En este nuevo ciclo escolar muchos colegios, universidades y centros de formación profesional, se verán obligados a combinar la educación presencial y a distancia debido a la situación epidemiológica. Para que los maestros puedan sacar el máximo provecho a la educación online y para que esta experiencia resulte lo más cómoda, eficaz y segura posible, Kaspersky ofrece los siguientes consejos:
- Capacitación digital – la importancia de conocer bien las herramientas
- Ya sea que se seleccionen de forma autónoma las herramientas para impartir las clases online - plataforma de videoconferencia, servicio de supervisión de exámenes o aplicación de mensajería- o bien, si la escuela obliga a usar alguna plataforma determinada, es necesario conocer bien las capacidades y características de todas ellas: leer las instrucciones, aprender la interfaz y buscar en Internet las guías de configuración. Los maestros pueden aclarar con el administrador la lista completa de recursos a los que se pueden acceder para aprender a utilizarlos durante las clases.
- Entender las reglas y revisarlas con los estudiantes
- Es probable que el colegio tenga directrices sobre los servicios a usar por los docentes y el personal, cómo usarlos y cuáles son ilícitos. Por ejemplo, puede existir una política que prohíba el uso de cuentas personales para fines laborales o, que obligue a todo el mundo a utilizar determinada aplicación de mensajería. Es recomendable conocer todas esas reglas y requisitos, además de mantenerse al tanto de las normas de uso de los equipos proporcionados por el centro. Asimismo, es importante avisarles a los estudiantes con anticipación sobre cualquier requisito o restricción que les afecte también. Una buena práctica es poner por escrito estas normas.
- Limitar las herramientas
- Las herramientas informáticas seleccionadas para llevar a cabo las clases deben resultar cómodas tanto para el profesor como para los estudiantes. Un mayor número de ellas no significa necesariamente una mejor experiencia. Aunque la escuela proporcione acceso a un gran número de servicios, no significa que se tengan que utilizar todos (a menos que así se requiera).
- Establecer una contraseña única para cada servicio
- Utilizar una contraseña única para cada cuenta. Por supuesto, todas estas deben ser fuertes, lo suficientemente largas y no demasiado obvias. Eviten escribir contraseñas en un papel o guardarlas donde alguien pueda encontrarlas. Si resulta difícil recordarlas, pueden utilizar un gestor de contraseñas. Asimismo, eviten compartir cuentas con varias personas. Cuantas más personas usen una cuenta, más vulnerable será.
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Desarrollar un código de conducta para las clases Al igual que en un entorno escolar tradicional es necesario un código de conducta (preferiblemente por escrito) en las aulas virtuales. Su seguimiento facilita a los profesores la realización de la clase y ayuda a los estudiantes a aprender el material con menos distracciones. Por ejemplo, pueden acordar que al comienzo de la clase todos los alumnos tengan la cámara encendida por defecto, pero solo esté activo el micrófono del profesor.
- Acordar los canales de back-up
- Incluso los servicios más fiables fallan llegan a fallar. Por ello es necesario contar con un plan de contingencia. Para evitar tener que recuperar las clases, averigüen de antemano qué servicio usará la clase si el predeterminado no funciona. Por ejemplo, si los alumnos no pueden poner en marcha Teams al comienzo de la clase, ¿deberían unirse a una llamada de Skype inmediatamente o enterarse del nuevo plan por WhatsApp? La clave para que ese plan funcione es saber de antemano dónde reunirse.
- Mantener la puntualidad
- Diez personas esperando que empiece la clase es un pérdida de tiempo, por lo que es imperativo mantener la puntualidad. Una buena práctica es conectarse al servicio de videoconferencia varios minutos antes para asegurarse de que todo funciona correctamente y de que todos tienen a mano los documentos necesarios. Deje que cualquier alumno que se conecte a destiempo lo haga sin emitir comentarios; llegar tarde a un aula virtual no genera tanta molestia como llegar a un aula física después de que haya sonado la campana.
- Proteger las cuentas educativas
- La intromisión de un alumno (por ejemplo, la alteración de las notas) en la cuenta de un profesor, aunque grave, no debe suponer mayor preocupación. Sin embargo, si hablamos de un ciberdelincuente, este podría obtener los datos personales de los demás alumnos, lo que podría acarrear consecuencias legales. Si el servicio lo permite, utilicen la autenticación de dos factores.
- Reconocer los correos electrónicos de phishing
- Las plataformas educativas y los servicios de videoconferencia son muy populares, algo que aprovechan los ciberdelincuentes. Por lo tanto, es importante saber cómo distinguir los intentos de phishing de los correos oficiales y los mensajes de servicios legítimos Los sitios de phishing suelen contener errores, malos diseños y enlaces rotos, pero a veces los estafadores se las arreglan para crear páginas de phishing que son indistinguibles de las reales. Observen la dirección del sitio web en la barra de direcciones del navegador. Si es diferente de la dirección del sitio web oficial del servicio, aunque sea una sola letra, no introduzcan ninguna información personal en la página.
- Proteger los dispositivos
- Es necesaria una protección fiable en cada dispositivo utilizado para acceder a los recursos educativos - ordenadores, teléfonos inteligentes y tabletas. Algunos programas maliciosos pueden intentar propagarse a los dispositivos de los estudiantes.
Consulta el blog de Kaspersky para encontrar más consejos de cómo utilizar plataformas de video llamadas de manera segura.